Joe Biden transforma 37 condenas de muerte en penas de cadena perpetua para reos federales | Internacional | EL PAÍS
A tan solo cuatro semanas de entregar el mando del Gobierno estadounidense, el presidente Joe Biden anunció este lunes la conmutación de las penas de muerte de 37 de los 40 prisioneros condenados por delitos federales que aguardaban su destino en el corredor de la muerte. Estos reos recibirán, en su lugar, una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de apelación. Biden toma esta determinación, ante la creciente presión ejercida en las últimas semanas por organizaciones abolicionistas y defensores de los derechos civiles, así como por familiares de víctimas y diversas figuras y comunidades religiosas, lideradas por el Papa Francisco. Esta medida se adelanta a la eventualidad de que Donald Trump, al asumir nuevamente el cargo en el Despacho Oval, cumpla sus promesas de campaña de ejecutar al mayor número de personas en el menor tiempo posible.
“Estoy más convencido que nunca de que debemos poner fin al uso de la pena de muerte en el ámbito federal”, dijo el lunes en un comunicado Biden, que hizo campaña en 2020 con esa idea. Después, no pudo cumplir esa promesa durante su presidencia, debido a la oposición del Congreso, pero sí forzó una moratoria en las ejecuciones, dictada por el Departamento de Justicia. “En conciencia, no puedo quedarme de brazos cruzados y permitir que una nueva Administración reanude las ejecuciones que yo detuve”, aseguró Biden en referencia a su sucesor en el puesto.
Los Estados tienen la potestad de imponer o no la pena capital por asesinatos cometidos dentro de sus fronteras. De los 50 que forman la Unión, 27 la contemplan actualmente. Algunos delitos, porque trascienden esas fronteras o por su propia naturaleza, se castigan a nivel federal, ámbito en el que también se aplica la pena máxima. Hasta este lunes, había 40 presos en esa situación; todos ellos, encerrados en el corredor de la muerte de una cárcel de Indiana. Se trata de una fracción mínima del total: a fecha de octubre pasado, había 2.180 reos esperando su ejecución en todo el país, de los que 49 son mujeres.